El comienzo fue muy duro, ya que tanto en la temporada inaugural como en la 2005/06 se jugaron sendas promociones para mantener la categoría. El equipo no conseguía levantar la cabeza por completo pese a que obtuvo una sorpresiva fortaleza como local. Inmediatamente a su llegada, Borghi hizo varias modificaciones en el plantel profesional, incorporando jugadores de su conocimiento como el delantero el Chuco Sosa y el arquero chileno Nicolás Peric, repatriando canteranos como cachete Oberman y trayendo algunos otros menos conocidos que descubrió en partidos amistosos que presenció, como Facundo Coria.