Había ganado sin exagerar más de veinte kilos desde aquella anterior visita y era lógico, pues de cada porción de patatas que sacaba de la freidora se llevaba un buen puñado de ellas a la boca, camisetas de futbol baratas masticando poco y engullendo con ansia. Todo guarda reposo a la espera de volver a una normalidad que recuerde a la de antes. Incluso hay solo aficionados de las segundas, equipacion barça 2023 que tienen su propia hinchada: las Rose City Riveters”.