Tras declararse casi en quiebra y con una deuda estimada de US$200M, el 21 de febrero de 2015 fue suspendido el partido contra Udinese correspondiente a la fecha 24 de la Liga Italiana debido a no poder cubrir los gastos para la seguridad del público. El 6 de marzo la liga italiana le otorga un préstamo de 5 millones de euros para que pudieran terminar la temporada, pero previamente a esto los futbolistas se negaron a viajar a Génova para enfrentar al Genoa.